El mundo vive una gran
globalización. Una globalización que ha surgido gracias a las tecnologías y a
los avances en los transportes. Vivimos en un mundo interconectado. Si queremos
ponernos en contacto con alguien que vive en un país lejano, con un simple “click”
lo podemos hacer. Incluso si queremos viajar a otra parte del mundo, lo podemos
hacer en tan sólo unas horas.
Ahora
bien, todo esto solamente parece producir beneficios, pero ¿Beneficios para
quién?. Por ejemplo, en nuestro país, la mayoría de los ciudadanos puede
acceder con facilidad a las tecnologías de la información y la comunicación. En
la mayor parte de los hogares españoles, hay acceso a Internet, así como por no
hablar del número de ordenadores, teléfonos móviles que puede haber en cada casa.
Al vivir en estas condiciones, pensamos que todas las personas viven igual,
pero esto no es así. No nos damos cuenta de que los habitantes de los países
subdesarrollados o en vías de desarrollo no tienen las mismas oportunidades y
la mayoría de ellos no disponen, ni disfrutan de las tecnologías de la
información y comunicación. Esto es lo que se conoce con el nombre de brecha
digital y es uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la sociedad del
conocimiento. Es necesario eliminarla para conseguir así una sociedad del
conocimiento mundial. Llegados a este punto, el concepto de brecha digital
puedo definirlo como la diferencia socioeconómica entre las diferentes
comunidades que pueden acceder a los beneficios que conlleva la sociedad de la
información y aquellas que no tienen acceso. Según mi opinión, esta brecha
digital es preocupante en los países más pobres, ya que tienen una menor
capacidad para acceder y absorber las innovaciones tecnológicas. De este modo,
aquellos países que tienen un alto nivel de renta y de riquezas son los que
tienen un mayor acceso a los beneficios de la sociedad de la información.
Igualmente, creo que la brecha digital no solo hace referencia a la diferencia
que existe entre diferentes países, sino también a las diferencias que puede
haber dentro de un país. Por lo tanto, se puede decir que en un mismo país
también existen diferencias en las posibilidades de acceso, aprovechamiento y
utilización de las TIC entre los distintos individuos. Este fenómeno depende de algunas variables
como pueden ser el nivel de renta y educación, el sexo, la raza, la edad…etc.
Por ejemplo, en la actualidad, prácticamente todos los jóvenes y adolescentes
de nuestro país hacen uso de las nuevas tecnologías, navegan por internet…etc.
Sin embargo, hay un sector de la población, mayoritariamente las personas
mayores, que no sabe manejar un ordenador, ni acceder a Internet, etc. A este
fenómeno se denomina brecha generacional.
He de señalar que esta brecha
digital debe desaparecer y para eso es necesario una inclusión digital. Para
ello es conveniente que los gobiernos, los organismos internacionales y la
sociedad en general tomen cartas en el asunto. Se deben realizar inversiones en
infraestructuras así como la alfabetización de las personas. También, es
fundamental apoyar la educación. Gran parte de la brecha digital se debe a una
carencia de habilidades o de competencias digitales en algunos sectores de la
población, impidiendo de esta forma la utilización de las TIC, etc. Igualmente
pienso que al igual que existe el derecho de producir de manera libre y en
igualdad de condiciones información y distintos contenidos, creo que todos
deberíamos tener el derecho de usar
Internet, para así acceder a toda la información de manera libre. Según mi
opinión, el acceso a internet debería declararse como derecho universal.
Aquí dejo una noticia del periódico
La Vanguardia del año 2015. Entre los aspectos relevantes de esta noticia
podemos destacar que en ese año hubo en el mundo más de 7.000 millones de
personas abonadas en la telefonía móvil. En el año 2000, esa cifra era de 748
millones de personas, lo que representa un crecimiento del 97 % en todo ese
tiempo. A nivel mundial, utilizaban Internet unas 3.200 millones de personas. De
ese total, 2.000 millones pertenecían a países desarrollados. Pero a pesar de
todo esto, la brecha digital todavía está presente. A finales de ese año, el
34% de los hogares pertenecientes a países en vías de desarrollo tendrían
acceso a Internet, es decir, menos de la mitad si se compara con los hogares de
los países más desarrollados (81,3%). En los países subdesarrollados, solamente
el 7% de los hogares tiene acceso a Internet. En todo el mundo, el promedio es
del 46%.
En la noticia encontraréis más
datos sobre la brecha digital en el 2015 y también los porcentajes de personas
que utilizaron Internet en el año 2013. Por ejemplo, en España, un 71,6 % de
personas usaron internet ese año.
El enlace es el siguiente: http://www.lavanguardia.com/vangdata/20150529/54431507120/graficos-brecha-digital-en-mundo-2015.HTML Por
último, también cuelgo un video donde se explica que es la brecha digital
, así como sus diferentes tipos: brecha social, brecha generacional y
brecha cultural.
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