Hoy en día, se habla mucho sobre el
hecho de que los ordenadores pueden llegar a sustituir a los maestros. Hay
expertos que incluso lo afirman. No obstante, yo creo que nunca ocurrirá, pero
eso no quiere decir que haya que subestimar las tecnologías y los múltiples
beneficios que tienen sobre la educación. Algunas de las ventajas que se
obtendrían si los ordenadores llegasen a reemplazar a los maestros son el
abaratamiento de los costes tanto en los puestos de los docentes como en las
instalaciones y recursos, ya que las aulas desaparecerían. Igualmente, los
horarios serían más flexibles, ya que los niños podrían elegir sus horarios, la
educación se centraría en los intereses del niño y se produciría un aprendizaje
autónomo. A pesar de esto, los ordenadores carecen de habilidad pedagógica y
del conocimiento de un buen profesor. Encuentro otras muchas más desventajas,
como son la pérdida de contacto con el profesor y con ello la motivación que
éste puede aportar, los refuerzos, etc, no habría aprendizaje en grupos,
perdiéndose de esta forma las habilidades sociales, los niños podrían dejar a
un lado el estudio y se dejarían llevar por las formas de ocio que proporciona
la red. Por último, quiero destacar, que los niños con escasos recursos
económicos, no podrían tener acceso a la educación, favoreciendo pues las
desigualdades.
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